Sólo existe un caso en que me ha gustado más la película que el libro: Trainspotting. Pero el fenómeno Trainspotting merece su propio post (se los debo).
Por lo general nunca veo la película antes que el libro, salvo en un par de ocasiones, y también ocurren cosas interesantes. Por ejemplo, vi Troya antes de leer la Iliada, y durante la lectura no podía sacarme de la cabeza la imagen (nada despreciable) de Eric Bana en el papel de Héctor, Oralndo Bloom era totalmente Paris, etc.
El asunto es que en ambos casos se crean prejuicios difíciles de hacer a un lado. Por eso me niego a ver Blindness(con Gael García, de quien hablaré más adelante), la adaptación de Ensayo sobre la ceguera de Saramago.
A continuación les presento mi Top 5 de las peores adaptaciones cinematográficas de una obra literaria. En el caso de los puestos #5 y #4, no es preciso entrar en detalles. Con las primeras tres sí me ensañé.
#5 Romeo y Julieta, sí, la del DiCaprio. No encuentro un buen pretexto para haber conservado los diálogos del texto original del siglo XVI, y trasladarlos a la era contemporánea, WTF?! ¿Y por qué Mercutio es toda una loca? Eso tampoco lo entendí.
Veamos, el primer gran error en las versiones filmadas hasta ahora: matan la historia al darle un orden lineal al tiempo, el caos cronológico es parte esencial de Pedro Páramo. Analicemos las tres principales inconsistencias de la primera:
a) EPIC FAIL haberle dado el rol de Pedro Páramo al actor John Gavin. Super papi el tipo. Gavin está muy lejos de ser el cacique que describe el libro, no es lógico, ¡¿quién temería o rechazaría a ese hombre?!.
b) La estética de la película es muy del tipo El Santo VS las mujeres vampiro, especialmente en las escenas donde aparece el personaje de Susana San Juan.
c) Me mató de risa la participación del galán de balneario por excelencia, Jorge Rivero, en su papel del rompecorazones Miguelito Páramo.
Destaca la participaciónde de Ignacio López Tarso, aunque no alcanza a salvar la película.
Acerca de la segunda versión no hay mucho que decir. Manuel Ojeda resulta un Pedro Páramo más convincente, es tal vez lo único positivo. Honestamente parece película de don Chente Fernández. Y pasó tan sin pena ni gloria que ni una imagen encontré. Pero he aquí un par de imágenes, valen la pena, del primer Pedro Páramo:
#2 La infame película Pregúntale al viento. Originalmente: Ask the dust, basada en la novela de John Fante. Siempre me he preguntado quién decide cuál será la traducción de los títulos. Me intriga, por ejemplo, cómo es que Child’s play terminó en Chucky, el muñeco diabólico. En fin… El odio a esta película se recrudece porque Pregúntale al polvo es uno de mis libros favoritos ever. La película reúne a dos insufribles: Salma Hayek y Colin Farrell.
Salmita otra vez en su papel de la wetback buenota. Y ya. Nada más qué decir, sabemos de antemano que actúa del carajo, pronuncia el inglés del carajo, etc.
Nos queda claro que Farrell quiere ser un patán a toda costa, en todo momento, valiéndole un bledo el papel que esté representando. Su personaje, Arturo Bandini (protagonista de la famosa tetralogía de Fante), no es conmovedor como en la novela, entrañable, sino un completo pelele. No les contaré gran cosa, pero agregaron a la película todo un melodramota que jamás aparece en el libro y que es innecesario.
Sabiamente, un amigo, Miguel, opina que Pregúntale al viento es recomendable sólo para quienes quieran ver a Salmita en balls, (vaya novedad) corriendo por la playa muy al estilo Bo Derek.
#1 Willy Wonka y la fábrica de chocolate. De verdad esperaba ansiosa esta película porque Charlie y la fábrica de chocolate fue el primer libro “de verdad” que leí de niña.
Para empezar, no le creo nada el papel a Johny Drop-Dead-Gourgeous Deep, su Willy Wonka es un híbrido entre Michael Jackson, Jack Sparrow y Lupita Loaeza. Habiendo tanto material disponible en el libro, la película se centra en el personaje de Wonka, lo resulta sensiblero y rumbo al final hasta cursi. La historia original es incluso un tanto cruel.
Debo reconocer que los niños, todos, Charlie, Veruca, Violeta, Augustus y Mike, son encantadores. Y desafortunadamente no reciben la atención que se les da en el libro, cada una de sus historias se resuelve en cinco minutos, casi por vil compromiso.
Ahora, es innegable que la propuesta visual de Tim Burton es única, sabemos que en cada película será magnífica. Pero en el proceso sacrifica la trama. Los escenarios resultan decepcionantes porque jamás podrán competir con el imaginario de un niño o cualquier otro lector (suena obvio, pero es válida la observación porque es la pretensión de Burton). He escuchado que la versión de 1971 protagonizada por Gene Wilder es mucho mejor a pesar de no contar con los mejores efectos especiales (aparte era la época del ácido, no eran tan necesarios).
Para terminar, debo decir que vivo intrigada, y aterrada sobre todo, en la espera de la tan prometida adaptación de la inadaptable Los detectives salvajes, novela de Roberto Bolaño (otra película en la se supone saldrá el Gael).
Volveré con la lista de las cinco mejores, seré breve, pinky promise.
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